EL RINCON DEL MISÁNTROPO

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si usted entra a una pagina que se llama asï no espere encontrar otra cosa.

Escritos que no merecen ser leídos.

El in-elocuente dr. miseria.

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Días paralizados.

Un día no es la cantidad de segundos que lo componen, tampoco el nacer y morir en secuencia del mismo sol, un día no acaba cuando vas a dormir de nuevo.

A veces los días están abarrotados de interacciones indeseadas con personas indeseadas, tropiezas con ellas por azar o por rutina, por costumbre o conveniencia, unos más indeseados que otros, unos que también te desprecian tanto como tú a ellos y otros que no merecen relevancia alguna.

También están los días que no duran, que pasan de ti sin que te percates que ya no están, en esos días la has pasado bien y has reído más de lo que reíste en toda la semana anterior, cumpliste sueños, volviste a soñar otros nuevos, besaste a quien amas y él te beso también, repetiste aquella película y releíste ese cuento, en esos días fuiste un poco más feliz.

Los días se construyen aferrados a factores ajenos a ti y se destruyen por tu incapacidad de cambiarlos, son taciturnos gracias a tu silencio y se paralizan por tu temor a romper la rutina, tu rutina circense de mantener tu vida en orden.

Un día paralizado puede tardar años en terminar, puede verte envejecer mientras te llenas de recuerdos insulsos, de frustraciones culposas y de sueños a medio dormir. Un día paralizado puede ser el presente que llevas viviendo por mucho tiempo, un día así te mantendrá en la comodidad del conformista hasta que tu decidas que los segundos se han colmado, que el sol ha muerto en verdad y que el momento en que duermas de nuevo se acabara.

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UN RELATO QUE JAMAS DEBRIA VOLVERSE A ESCUCHAR.


Alguna noche me encontré dando pasos lentos en una de esas calles,

Esas que cargan murmullos a tu espalda y respiraciones de gente aun estando desoladas,

Donde la luz escasea y causa más temor que su ausencia misma,

Una de esas en las que no he querido caminar jamás, en las que jamás lo hare de nuevo.


Cuando me percate de estar allí no pude discernir que me aterraba menos entre mirar al frente o hacia atrás, mis pies se movían varios segundos después de que les diera la orden de hacerlo y los parpados se me querían cerrar solos en un intento por escaparse de ese lugar, pero no tenía más opción que avanzar con la esperanza efímera de que adelante no podría ser peor de lo que había dejado unos pasos atrás.


Un par de indigentes se levantaron de un rincón y caminaron decididamente hacia mí, uno de ellos se tambaleaba y no podía dar pasos coherentes, el otro aunque hacia frio estaba a medio vestir y me gritaba cosas que yo no quería escuchar, y no lo hice; sin embargo no me asuste, ya no me cabía más miedo en el cuerpo ya me había convertido en una pared más de la calle, ya sus manos intentando agarrarme me eran indiferentes, y mi falta de asombro ante su presencia los hizo desistir de continuar con su misión.


Continuaron mis pasos aletargados pero decididos a salir de allí, sentí que el sudor invadía mi frente y me escurría por la cara hacia el piso, pero luego de un ligero tropezar pude ver como la acera se cubría de la sangre que brotaba de mi cabeza, imagino que debido al golpe que recibí antes de desmayarme unos segundos, segundos de los que jamás hubiera querido despertar, por lo menos no despertar mientras el aun estuviera ahí.


Me aproximo a una bocacalle pero las piernas cada vez me pesan más, veo más sangre emanando de mi cadera, ese rojo de la sangre que mancha la poca ropa que me queda puesta empieza a mezclarse en las paredes con un azul intermitente, creo que es una patrulla y ojala que sí lo sea.


No existe dios, no existen los súper héroes, pero si es muy real la maldad, y aunque ellos no existan, ver a ese policía fue lo más similar a encontrarlos a los dos juntos, muy tarde para prevenir el daño, pero oportuno para escuchar su voz:


- Señorita ¿Qué le ocurre?

- Señor agente, me acaban de violar.


CARCEL PARA LOS VIOLADORES DE MUJERES Y NIÑOS.

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PARA ABRIL.

Tu despertar esta colmado de ternura, 

De esa cálida luz que asoma de la mano con la voz del abrigo, 

De horas por venir llenas de nuevas experiencias, 

Horas que se suman desapercibidas y calculadoras, 

Que advierten años de los que nos percatamos en efecto dopler. 

Tu fragilidad es inocua en ti 

Está en mí, en nosotros… 

En nuestra percepción magnificente de tu existencia; 

Aunque los esfuerzos sean loables 

Siempre estarán rezagados en paralelo a nuestros deseos de protegerte. 

Y se nos pasan atardeceres enteros dedicados a ser… 

A Ser los espectadores de tus nuevas aventuras 

Jueces parcializados de la construcción de tu carácter 

Promotores de tus fantasías 

Defensores de tu llanto 

Y cómplices de tus sonrisas… 

Y en algún amanecer 

Cuando sin percibirlo estés satisfecha… 

De tanta luz cálida, de tanta voz de abrigo, 

De tanto hogar… 

Ella no será más mejor tu confidente, 

Y yo, Ya no seré tu héroe.

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Escucha, no Opines...

Tragar entero,

Pasar la vida sin ser advertido,

No quejarte,

Nunca dar nada que sentir….

Obedecer y ser juicioso…

Ser un borrego.

Lindo lineamiento de desarrollo para un ser humano, el ser humano que dictamos….

Divino…

Entre más imbécil seas…

Mejor hijo, amigo, novio, empleado, colaborador, trabajador y esclavo serás…

Y eso será mejor para ti y para los tuyos.

Porque si no lo eres…

Te corregiremos, te castigaremos, te reprenderemos, te cohibiremos… te mataremos si es necesario.

Vamos vincúlate…. Es tu mejor opción…

Haremos de ti parte del éxito.

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la miserableza de ser quien eres:


Cuando la música no basta, cuando mis deseos de abrir la puerta y encontrarme con el mundo se me aferran, cunado quiero dejar de estar en mí, cuando quiero ver de lejos como viven mi vida los otros… los que se la disfrutan…

Así como cuando mis palabras se vuelven mentiras en las malformadas realidades de otros, como cuando cometo mis más salvajes atrocidades vividas en las percepciones erráticas de quienes ven en mí, ese ser humano maligno que realmente quisiera tantas veces llegar ser.

En ese punto cumbre de la noche, cuando el humo se enreda con mis palabras silentes, cuando las calles se iluminan por ya conocidos destellos de bienestar reencarnados en las mismas bombillas de hace muchos años, esos destellos que de nuevo obnubilan mi mirar, que también me abren camino… el camino que he deseado de tanto tiempo atrás… el camino, que debería seguir.

Y me detengo perplejo frente a él, frente a la ruta que podrían tomar mis pasos, la que deberían, la que añoro en las noches de remordimientos ambiguos; cohibido de avanzar a causa de obstáculos inventados, de bloqueos cargados de prejuicios sociales, de banalidades efímeras… de temores que nunca han sido míos…

Mandar todo para la mierda es un sueño colectivo que cada vez se torna más tangible, más propio y menos sueño…

Es un efecto natural que debería ser valorado como simple “instinto animal”, como una reacción físico - química predecible en el cerebro humano, debería tener reglas de conducta estipuladas en el manual de urbanidad de “Carreño”, tendría que dar hasta incapacidad laboral, he incluso hasta pensión vitalicia para quienes la padezcan y para sus víctimas.

Cuando mandar todo para la mierda, incluya poder ser quien realmente quieres ser, cuando implique que podrás vivir tu vida bajo tus propios lineamientos y no basado en los ajenos, cuando te atrevas a patearle las bolas a tu entorno, cuando definas tu concepto de bienestar….

Cuando ocurra ese cuando serás un poco menos infeliz.

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ANDAR POR BOGOTA

Andas relativamente solo por una ciudad que no te quiere, por calles interminables que nunca acabaras de conocer, se entre cruzan en frente tuyo cientos de personas, tal vez miles, y una a una pasan torpemente, cada vez mas enredadas entre sí, mas hiladas en un enmarañe de pasos con rumbo sin sentido. Pero tú avanzas hacia un paso inmediato sin saber que depara el siguiente, sin que te importe mucho cual sea. 

La ciudad a tu alrededor quizá no existe mientras caminas, solo parece tangible en el momento en que la luz roja se entromete en tu andar, solo existe en el instante en que forzosamente tienes que desligar la mirada de tus zapatos húmedos que avanzan sobre el concreto; cuando te detienes al lado de aquel que balbucea ruidosamente por su celular, y tu entras en su intimidad sin haberlo deseado, sin querer estar allí, obligado por el poco espacio que separa su voz de tus oídos, empiezas a conocerlo y te enteras de lo que ha pasado en su trágico día, hasta lastima empiezas a sentir de tan desdichado transcurrir de sus horas laborales, y si realmente te importara hasta te le acercarías y le darías un buen consejo, de esos que la gente escucha por mero protocolo social de Carreño para no ser grosero y no mandar a comer mierda a quien se los da. 

Avanza el mundo con un destello verde que nunca ha sido para el peatón pero que se asume como propio, y dejas atrás la historia precaria de aquel hombrecito desgarbado y corriente, con cada metro avanzado te acercas mas al efímero fin que te mueve, otro de tantos que llegan casi cada media hora en tu vida, otro de tantos de los que nunca te enteras que vienen ni que llegan porque así han sido nuestras vidas desde siempre. Otro punto de llegada inmediato, obvio, inocuo, insulso y muy necesario para seguir con la rutina de tu diario vivir. 

Pasa usted. Paso yo. Espero dos pasos, me desespero; las gotas cada vez son más fuertes, mi fin se aleja con la ineptitud de su agilidad para caminar. Hasta donde llega mi lugar o el suyo en espacio público; si usted no quiere llegar a casa yo si lo quiero, Quisiera gritárselo al 70 % de los bultos de carne andantes con los que me encuentro, pero igual no me atrevo, no porque les tema a ellos como cada uno, le temo a la obvia reacción de las masas que me harían llevar detenido de inmediato, mientras justifican las razones pertinentes para decir que estoy loco y que tengo que estar internado en una clínica de reposo mental; como si ellos no pensaran en hacer lo mismo en algunos días. 

Entrometidos sin ganas en un tumulto que avanza por la inercia que producen las horas próximas a la noche, nos movemos igual que ellos, somos borregos dóciles, manejables, dogmaticos y sin opiniones vociferarles; nuestros pies se detienen falazmente mientras la inercia de un vehículo gigante nos transporta, un cajón se desplaza con todos dentro, por la ciudad que no nos quiere, un cajón que nunca será tan suficiente como el arca, aunque intentemos embarcar en el, a todas las parejas de la humanidad que puedan estar una proximidad bastante reducida, sus engranes y ruedas nos mueve intermitentemente por otras cuantas calles eternas, ya casi todos llegan donde quisieran, donde les toca, donde les corresponde, donde los esperan; el aire que respiras es prestado por tu vecino, tus pies medianamente apoyados en un suelo ajeno, tus uñas casi clavadas en el acero luchan para combatir a la naturaleza de la fuerza de gravedad que conllevan las desaceleraciones abruptas, tu mente que solamente intenta pensar en cualquier cosa bonita que le transmitan los sonidos de tu reproductor móvil de música, son la mas aguerrida e injustificada arma para tolerar uno de tus pasos más complejos, pero ahí estas firme y sin convalecencia alguna, esperando llegar a casa, esperando verla, abrazarla, y olvidar tu día en sus sonrisas.

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Y CONTINUAMOS CON ALGO DE LLUVIA, DE BUENA LLUVIA.

Poli-maticas formas de hallar a una mujer

Esas gotas de las que tanto renegamos llegaron a ser un resguardo digno de nuestro escape, porque solamente alguien que desee pasar inadvertido en medio de una masa de gente que vive moviéndose podría valorar aquellos desgarres del cielo. 

Pura y muy digna ira, la que me pudieron haber causado en estos 21 años aquellas gotas, de esa ira que no te descontrola pero que hacen pensar en cómo podrías acabar de la forma más demencial con su causante. Aun indescifrable para mí, fue como ese impulso de ira se fue mezclando con una satisfacción embriagante cuando esas gotas se convirtieron en nuestras gotas y llegaban cuando estábamos juntos; porque solamente juntos, mi alrededor era amable. 

Cada mañana contando escalones, esquivando pedazos de cielo, pidiéndole a algún dios centímetros de privacidad, solamente nosotros, ellos sin ninguna importancia y nosotros sin menos que la de cualquiera. Solo eso le pedíamos a alguien… ser invisibles para tantos centenares de personas que estaban allí observándonos. Algún día le dije… aquí no, no es prudente; podría estar seguro que ha sido una de las frases más ridículamente cobardes que se me ha pasado por la mente, pero se la dije y ella me siguió. 

Así funcionaban muchas de esas buenas cosas…, bellas. 

Como se puede querer a alguien que no es nadie para nadie, solo para ti. Pues hay estaba ella, escapada de los recodos de tu cotidianidad, entregada a que la encuentres, digna pareja de quien solo la deseaba pero no la esperaba, que más podría hacer si no es vivirla. 

Penumbras ocultaban su rostro, su cuerpo, y sin embargo inconfundible entre tantos halitos con deseo de sabiduría estaba en un espacio propio, el suyo. 

Siempre evoque presumidamente varias líneas de “el perfume”, y aunque no podría ni quisiera poseer tales dones o deformidades, estuve orgullosamente fascinado por reconocerla así; esa oscuridad total, opacada por aquel ámbar que mutaba en un rojo intangible, oscuridad en la que siempre podíamos descubrir la realidad del mundo en la visión del otro, que buenos ratos, horas y espacios, que excitante era poder adentrarme en su mente de la manera más fotográficamente posible. 

Habitando los mismos espacios comunes para muchos tantos de los que supieron de nuestro paso por allí; estableciendo esquemas que mutaban según nuestra disposición, según nuestras necesidades y nuestras ganas; Creando situaciones inverosímiles para Chejov, habitando lugares nunca vistos en Bogotá, esquivando todo lo que se suponía que tenía que pasar. Disfrutamos nuestro momento a nuestra forma, que quizá podría llegar a ser similar a la de muchos, pero esta era nuestra. 

Obreros de imaginarios colectivos, creando una farsa perfecta y estableciendo el precedente de cuan cierta podría llegar a hacerse, a vivirse y establecerse como modo de vida. 

Haudini nunca tuvo oportunidad de hacer tan magna despedida similar a la nuestra, cualquier escapista quisiera lo que logramos juntos, no solo desaparecer de un escenario, sino…. para el mundo; ser parte de una anécdota, de un cometario de gavilla, de evocaciones grupales que conmovieron la vida de tantos que nos nombraron, de ser parte de su presente como muestra de un buen resultado de osadía; de habernos convertido en el par de idiotas que dejaron todo regado por seguirse queriendo de la forma en la que más les gustaba, y que lo lograron… 

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YA QUE ESTA TAN MODA POR ESTOS DÍAS ANDAR MOJADOS Y ESCONDIDOS BAJO MIL PARAGUAS

Cuando alguien observa la lluvia siempre se le viene a la cabeza una imagen cinematográfica 

Enmarcada en un plano muy pensado, 

En un derroche absurdo de luz que cae sutilmente sobre un paisaje inerte, 

Vemos todo en tonos fríos saturados de color para lograr cobrar algún tipo de vividez, 

Fuertes contrastes aparecen de la nada mientras nuestra mirada se parcializa en algún espacio del cuadro. 

Recreamos imágenes inexistentes de las gotas cayendo en slowmotion, 

Todo es tan bello cuando nos detenemos en pequeñas fracciones de nuestra visión, 

Cuando logramos congelar el movimiento del mundo en nuestra mente, 

Cuando un aguacero no moja a nadie, 

Cuando las personas que caminan a pasos largos bajo la lluvia se divierten mientras caminan desprotegidas bajo el agua. 

Todo es muy bello si no estamos bajo las despiadadas gotas que aleatoriamente deciden donde morir. 

La lluvia solo tiene una acogida benevolente en los sitios en los que su ausencia es un síntoma generalizado de desgracia, 

Donde la tierra cobra valor por la cantidad de gente que pueda llegar a alimentar, 

Y no por la que pudiera alojar. 

La lluvia es tan hermosa como detestable, es tan bella y al mismo tiempo tan incómoda, 

Que si llego a intentar equilibrarla, 

Nunca tendría la sabiduría para definir cual es su punto más común en el que nos pueda llegar a gustar a los dos. 

Será problema de la lluvia quizá…. 

O será incapacidad mía para expresar nuestra diferencia de pensamientos… Quizás… podría quedarme estancado en solucionar un conflicto que no es mío; que no es solo mío. 

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ESO DE ENAMORARSE ES MUY CURSI, LO SERA TANTO QUE HACE QUE ALGUIEN TERMINE ESCRIBIENDO COSAS BONITAS DE LA VIDA

A Stef

Para poder caminar altivo y lleno de esperanza en la mirada, solo hace falta “algo”, es “algo” invisible e intocable, intangible y sin forma alguna. 

Es un pedazo de luz que flota perdido y casi borroso a lo lejos de tu vista, parpadea constantemente casi llamándote, casi hablándote con susurros que se desvanecen al llegar a tus oídos, el destello que marca el camino que seguirá tu andar. Te proporciona la intensidad de luz suficiente para abrirte brecha sin entorpecer tus pasos, hace que tu camino se vea como una caída de sol de esas del final de las películas y llena tu entorno de aquella belleza sincera que tienen las cosas simplemente naturales. 

Para poder tener más de un deseo a la vez, para intentar cada mañana despertar con tus sueños materializados, para que no tengas que dar un paso mas allá de tu cama y darte cuenta que eres realmente feliz, para que la lluvia en medio de una noche desolada no parezca una penumbra peligrosa, o simplemente para que la hostilidad que te rodea rebote a tu alrededor sin hacerte daño, es necesario que encuentres ese “algo”, que lo descubras y que lo conserves en esa pequeña caja de cristal con la que jugueteabas desde pequeño y para la cual jamás habías encontrado utilidad alguna. 

Tenerle un cuidado sobre protector nunca estará de mas, ni tampoco será una obligación para con él, es un privilegio y un disfrute tras otro poder alimentarlo y protegerlo como a tu vida misma. Es un premio que nos ganamos gratis, pero que debemos valorar como si lo hubiésemos peleado toda nuestra existencia. 

Cuando descubres que “el” le ordena a tu cerebro que te arroje una caravana de sonrisas interminable, que te estremezcas con un sutil rosar de labios, que una fragancia te lleve de inmediato a recuerdos borrosos, que la sensación de juntar dos pieles podría valer lo que vale una vida entera, que las palabras se ven dibujadas en las miradas, que tus frases escritas siempre tendrá inconscientemente el mismo destinatario, que tus palabras de soledad no son y nunca serán tuyas. En el momento en que descubres eso, tu mente acelera sin control y casi que huye de tu humanidad, lo poco que sabias de ti no se transforma ni cambia, ni ninguna de aquellas pelotudeces, por el contrario es más tangible, eres más tuyo; eres quien realmente has sido sin saberlo aun, descubres en ti el ser magno e infinito que estas dispuesto a entregar. 

De repente y sin haberlo pedido, sin otorgar permiso alguno, sin cruzar la mas efímera frase con “el”, te invade y te colma; te hace ver tu vida en cámara lenta, para que puedas darte el placer de disfrutar interminablemente cada vivencia, y lo mejor de todo es que puedes repetirlas para poder pasearte por el papel de protagonista y espectador, para volver a saborear cada frase, cada caricia, cada beso. 

Para poder decir que estás vivo, y que eres tu quien lo vive, que no estás en tu cuerpo observando cómo alguien vive tu vida, para dejar de ver como tus rutinas se van al traste en manos de alguno que las vive en ti, para que puedas ser quien extiende la mano a destapar el sol cada mañana, quien cansado de tanta luz, saca la luna del iris de los ojos de una mujer para que la noche viva y llene de romanticismo al mundo entero, para que puedas hacerla feliz, para que obtengas el beso que nunca se acaba; para eso necesitas creer en ese “algo” . 

Creer es fácil, y cuando estás seguro las cosas se simplifican, pero también se acentúan y se arraigan en tu mente, los colores no solo afectan tu visión, atraviesan imprudentes tus anhelos, rompen sin tapujos tus manos cuando la tocas, bañan tus sensaciones en un fluir magno de placer. 

Para poder disfrutar tu vida llena de cameos permanentes, en los que más que nada logras convierte en el protagonista de tu mas altruista cuento, solo hace falta “algo”; estar enamorado. 

Es simple, vivo mi vida apoyado en tus sueños, ando mi ruta acompañado de tus sonrisas, me detengo a descansar cuando pasan tus consejos con el viento, el devenir de los días salió de tu vientre, el atardecer caerá con tu silueta en contra luz y los años que vienen serán nuestros.

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Pues para los pocos misántropos y lectores incautos que caen en contenidos soeces, les cuento que esta sección también es música.

Aca les va una que como ella misma dice, no dice nada, pero lo dice todo.

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Razonamientos infundados para morir en el intento:

Razonamientos 1:

· Mirar para adelante y ver que el puente comienza a derrumbarse desde el extremo al cual te diriges. 

· Despertar es agradable, pero levantarte de tu cama para comenzar tus ya conocidos días se torna cada vez mas insoportable . 

· Tus palabras se vuelven lodo en tu boca antes de salir al mundo. 

· El 70% de tu cerebro trabaja todo el día reconstruyendo recuerdos de momentos en los que has actuado como un imbécil. 

· Otro 5 % hace lo propio idealizando momentos felices. 

· El 25 % restante busca y encuentra finales desastrosos para los momentos anteriores. 

· Entender que los conceptos de rumbo, lineamiento o dirección a seguir, no están presentes en ningún recoveco de tu cerebro. 

· Gran parte de tus actos no solamente, no son del agrado de las personas a las que quieres, tampoco son del tuyo. 

· Hacer introspecciones temerosas de los demás. 

· Caminar pensando en las cargas que te acarrea seguir caminando. 

· Haber conocido al dinero y a la necesidad de su presencia. 

· Haberte percatado muy tarde de lo que realmente te gustaba. 

· No tolerar a paulo cohelo, ni a ningún autor que escriba superación personal camuflada. 

· Tener que callar tu grito ofensivo a algún ignorante. 

· Estar casi obligado a seguir los sabios conceptos de ese mismo ignorante. 

· Temer a que tu intimidad se convierta en una problemática diaria de convivencia. 

· Haber conocido el lado feo que tienen para ti las personas que quieres. 

· Parecerte tanto a alguien con quien has hablado tan pocas veces en tu vida. 

· Ver como la humanidad permite y niega en simultanea que hagas lo que se te venga en gana. 

· Lograr comprender el concepto de que tu libertad acaba donde empieza la del otro, por ende siempre termina cuando tu la empezabas a disfrutar. 

· Esperar día a día aprobaciones ajenas para lograr ser una buena persona. 

· Saber que la humanidad es consiente de que chicos y chicas nos comportamos distinto, mas sin embargo quieren que los chicos sepamos y valoremos la moda, mientras nosotros pretendemos que ellas distingan el sonido de un v8. 

· Aterrizar a que el socialismo y el comunismo nunca van a ser. 

· Tus equivocaciones son nefastas comparadas con las de cualquiera, claro esta, solamente para aquellos cualquieras. 

· Vivir en una sociedad que promueve que seamos tolerantes, en lugar de promover que nadie rete a la tolerancia del otro.

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A un amigo que no está...

DETRÁS DEL VIDRIO. 

¿Qué puede querer él? 

¿Qué tanto pensara? 

¿Será que aun piensa como si fuera él? 

El en la familia es una verdad tapada con un papel periódico encima. 

Caminar, conducir, tomar el transporte público, ver el noticiero, leer una revista. Aunque casi que toda nuestra cotidianidad conduce a ello, todos parecemos impermeables a sus lágrimas llovidas. 

Acá nadie finge nada, ninguno aparenta indolencia ni quiere pretender ser insensible ante la situación, mucho menos ocultarla ni sentirse avergonzado; como si alguien pudiese avergonzarse de esto… 

Sin embargo el tema se toca rápidamente en fugaces roces de preocupación y averiguaciones llenas de formalidad, sin más finalidad que la de demostrar que ninguno de nosotros es un ser desalmado e insensible al que no le importa más que el mismo. Meses que se han convertido en años sin que nadie se percate realmente de cuan largos han sido, porque desde nuestro lado, el lado donde tenemos calor y alimento las horas no duran, los días no alcanzan y los años se pasan volando como decimos todos. 

¿Cuánto durara un día para él? 

¿Tendrá realmente la concepción que ha pasado uno? 

¿Querrá que llegue otro? 

Si nosotros viviéramos un solo día de los suyos quizás no actuaríamos como lo hacemos. 

Aunque las obras y ayudas valerosas que han movilizado a la familia llenándonos de frutos secos y de agrio sabor, se han convertido en un lema para el letargo venidero, todos vivimos a la espera del momento justo para tender nuestra mano salvadora y cambiar su mundo, así como súper héroes que esperan que la víctima grite por nuestra ayuda mientras esta amordazada. 

Culpar a quien sea, descargar responsabilidades, otorgar a alguno el punto de quiebre y callar en las reuniones familiares ha sido la actitud colectiva. 

Sin embargo y aunque ninguno lo haga público frente al otro, sé que a cada uno se le está pudriendo la nariz, y que sus pulmones se le están colmando de aire lleno con polvo de ladrillo, de ramas secadas con éter, de un humo lleno de necesidad, de ilusión y de dolor. Sé que la mente de todos cuando lo recuerdan se obnubila, que los recuerdos la engañan y que la impotencia la consume; y si hablamos del corazón, tanto el suyo como el nuestro, se destroza con cada amanecer en que imaginamos como debe ser estar allá o acá. 

Y mientras el sigue en picada, nosotros también continuamos riendo a veces, preocupados por el mundo muchas otras, siguiendo adelante con nuestras vidas, impotentes, mientras él vive la destrucción de la suya.

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DÍAS FEOS Y EL DEL SU PROPIO CUMPLEAÑOS

FILOSOFANDO A MARTILLAZOS 

No tiene nada de gracioso ver pasar el tiempo a tu lado sin que te preguntes siquiera que estas pensando…

Es un poco satisfactorio pensar que una vida sin pretensiones transcurre así… sin pretensiones, con alegría infinita, con abrumadoras experiencias de insatisfacción, con una sonrisa enorme colgada en cada rostro que me ha acompañado, con todo lo que podrías pedir de una noble vida. 

Nunca será pecado desear un poco más, es un claro signo de gusto no de inconformidad, bastante simple, si te gusta pues pides más… pides más de algo que casi nunca llega pero no te rindes, sigues abriendo los ojos esperando que los insulsos esfuerzos de los que apenas es capaz tu humanidad tengan algún resultado tangible. 

Dando vueltas en círculo con todo el impulso de las ganas de seguir viendo, tocando y degustando lo que tienes, lo que no, lo que nunca y lo demás. 

En una de esas vueltas esperas poder rozar siquiera tus deseos, pero nada, aterrizas un poco y como siempre desde chico, te encuentras de nuevo con la verdad cruel y satisfactoria de no obtener nada por gracia divina, nada. Y digo satisfactoria por que donde estaría la gracia y el sentido de verte cada día plagado de deseos convertidos, sin haber hecho el más mínimo merito por conseguirlos. bueno gracia si tiene, no hay que negar que todos quisiéramos tenerlo todo al alcance de un click, pero el peso de tu frustración te amenazaría con rebajarte a un pobre idiota que nunca pudo plantear, desarrollar y realizar un ideal, simplemente lo obtuvo y lo disfruto. 

Esa leyenda que relata el hecho de la grandeza que traen consigo “esas pequeñas cosas, los detalles” es un cuento de verdaderos inconformes, es cierto que podemos alcanzar nuestros clímax emocionales con cosas de relativa importancia para muchos otros, pero el detalle radica en que alguien echado a la pena de no poder levantarse mañana con sus sueños materializados se consuela con cualquier estupidez sobrevalorada. 

Nada pequeño hace feliz a nadie, ser ínfimo no es sinónimo de satisfacción, más si lo es cualquier muestra de avance en pro de la realización de eso que tanto imaginaste seria de ti en unos años, eso es verdaderamente un aliciente de alegría, euforia, realización personal, como cada uno se digne a llamarlo. 

El problema es el punto en el cual luego de tener claras las anteriores reflexiones, decides evaluar que tan provechosos han sido tus esfuerzos para salvaguardar un pedazo de ilusión materializada, ¿y qué pasa?, lo que le puede pasar a cualquiera de los leen esto, nada…ni mierda, todo lo empiezas a ver fuera de foco, con un flash forward de un presente estructurado para el fracaso, sin pena ni gloria, sin más resultados que los que se te pueden presentar simplemente con vivir, como si no hubieses puesto nada de tu parte para que no fuera así. 

Pensar que lo único que avanza en tu vida es el tiempo, te afana y te apresura a no querer llegar tarde, mas tarde de lo que estas; otros solo lo guardan en el desván para que nadie más se entere de sus frustraciones, y algunos más, los que están llevados del putas ni siquiera se dan cuenta que no han logrado nada. Aparece una pregunta para la que caben todas las respuestas menos una, nada, porque ¿que se puede hacer para salir del fango de estar colgado en tus metas? 

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-SOY REALIZADOR

UN QUE? 

-REALIZADOR, 

AH CHEVERE Y ESO QUE ES? 

Observando a ratos los perfiles profesionales de muchos colegas de los medios audiovisuales bogotanos, me he encontrado con un rol creado en la última década que nunca antes gozo de tanta popularidad, el realizador, básicamente un personaje que basado en las miserables y casi inexistentes oportunidades laborales del medio se vio obligado a aprender de todo sin ser experto en nada. Este perfil está teniendo gran acogida por parte de los empleadores quienes se ahorran mucho dinero, pagando un solo sueldo a una persona que cumple las labores que en otro momento realizaban tres; pero cuando se evalúa la calidad del trabajo que ejecutan dichos realizadores, ¿realmente están ahorrando sus jefes? 

Así que si usted está buscando a un realizador… vea esto y evalué si es mejor pagarle solo a él, o contratar a expertos en cada área. 

Un realizador tiene que ser más… 

· Más creativo que el concepto de un… bombillo que se enciende. 

· Inventar mejores historias que las del abuelo. 

Y contarlas, mucho mejor que el… 

· Para eso, Obviamente debe tener buenas ideas… y mas que eso tiene que ser capaz de aterrizarlas. 

· Sin las pretensiones de ser la rencarnación de cervantes, Hemingway, Cortázar, Kafka ni Neruda debe tener suficiente elocuencia y coherencia al escribir, aunque sea una nota de nevera. 

· Tiene que tener también un gran don de telequinesis… 

Para poder comprender las necesidades de comunicación de su cliente. 

· Si las logra comprender… ahora deberá cambiar de roll y meterse de lleno en el papel de espectador, descubrir, conocer y aplicar la mejor estrategia de comunicación para ellos, aunque eso lo vio en la universidad… cierto? 

· Luego de inventar, crear y humanamente desarrollar algún concepto, comienza otro proceso igualmente complejo. 

· ejecutar 

· para poder hacer, es necesario prever… y no con bolas de cristal… funciona mejor la experiencia y el sentido común. 

· En esta parte es indispensable saber ejecutar en primera persona la gran mayoría de los procesos que hacen parte de la realización de un proyecto… 

· si nuca ha hecho un paneo, si no entiende que es un till y si piensa que un travelling incluye peajes… es mejor que el realizador vuelva a la biblioteca un par de meses mas. 

· Cuando luego de volver de la biblioteca, su realizador aun no comprende con claridad el potencial narrativo de la óptica o del efecto visual logrado con un lente rápido… es mas si no sabe que significa un lente rápido… seria de gran ayuda para el que lo contrataran como practicante de cafetería. 

· Si un realizador no conoce las herramientas que afectan la calidad visual de un producto difícilmente lograra una estética agradable y acertada. 

· Si su realizador ha logrado superar los ítems anteriores y esta en el set dispuesto a rodar seria necesario preguntarse algo. 

· ¿Sabe algo de ritmo?, ¿Conoce algo de montaje? 

· No, no ese ritmo, ni ese montaje. 

· Si su realizador sabe que es un ritmo visual y puede discernir entre por lo menos dos tipos de montaje, sabrá cuales planos realmente son necesarios, cuantos indispensables y tendrá claro los que serán apoyos para poder contar la historia. 

· Si es así el material que llegue a las salas de edición y graficación será el necesario, ni más ni menos; y estará acorde con las necesidades narrativas y técnicas para poder finalizar el producto de la manera adecuada y congruente con lo que se había planeado desde un principio. 

· Si su realizador cumplió todos estos requisitos, es un profesional que sabe: 

· Trabajar en equipo, que es un líder para el personal, que pone por encima el proyecto a su ego, que es proactivo, que gracias a su experiencia y sus fundamentos teóricos soluciona de forma ágil y eficaz cualquier tropiezo de la producción, que sabe mostrar el mundo que ve, y lleva de la mano al espectador a un mundo desconocido. 

· Si es así… contrátelo.